Es importante señalar nuestra preocupación como
docentes y directivos por la poca preocupación que existe de parte de los
estudiantes por dedicar tiempo al estudio, reflejado en la elevada cantidad de
evaluaciones remediales.
Consideramos que la principal causa de la proliferación
de estas evaluaciones remediales radica en el estudiante debido a las
siguientes razones:
- Algunos estudiantes NO ESTAN COPIANDO CLASES, o al menos , no de forma completa. En estos casos, los docentes envían mensajes al hogar, con el fin de hacerles conocedores de la situación y partícipes de la solución, no siempre recibiendo el acuse de recibo.
- Están apostando al efecto retest con las evaluaciones remediales; es decir, saben que la evaluación remedial tendrá la misma estructura y nivel de dificultad que la primera evaluación, lo cual les “ayuda” a aprobar en la segunda aplicación.
- Los mismos estudiantes señalan, abiertamente, que no están estudiando.
- Los estudiantes ya entran a los examenes contabilizando la cantidad de aplazados necesarios para repetir la evaluación.
- El 10-15% de los estudiantes, al momento de presentar una evaluación, carece de implementos para presentarlos. Y no hablamos solamente de calculadoras o materiales, sino de lo más elemental: lápices, borrador, sacapuntas y hojas para escribir (a pesar de que hemos indicado en varias ocasiones que deben traer sus propias hojas para las respuestas – los estudiantes terminan rompiendo sus cuadernos). 1) si el estudiante no se preocupa por traer estos mínimos insumos para trabajar, cabria preguntarse cuan preocupado (y ocupado) realmente está al momento de estudiar. 2) mientras el estudiante molesta a otros para que le resuelvan SU PROBLEMA, pierde tiempo de evaluación.
Depender de las actividades remediales no
es una práctica deseable por varias razones:
- Pierden el activo más valioso que cualquiera puede tener, que es el tiempo.
- Se generan una creencia falaz de que siempre tendrán una segunda (y con nuestro sistema educativo, tercera y hasta cuarta) oportunidad.
Incrementa nuestra preocupacion cuando hemos colocado el requisito de que cada estudiante aspirante a repetir una evaluación, traiga firmada la primera aplicación por sus representantes, con el fin de que Uds. esten concientes del rendimiento de sus representados y, para nuestra sorpresa, cada vez mas los estudiantes reportan al momento de la segunda presentación que no traen el instrumento evaluativo firmado (examen, taller, guia de ejercicios), sino una carta de sus padres, por haberlo extraviado. Esto es de interes por las siguientes razones:
- Si los estudiantes pierden la primera evaluación, cabria preguntarse cómo estudian para la segunda, sabiendo que son similares.En ocasiones, las cartas firmadas por los padres, solamente dicen "autorizo a mi hijo a presentar la evaluacion". De esta forma, desconocemos si el representante esta al tanto de la calificacion obtenida en la primera vuelta, o si no existe conocimiento de que la evaluación en cuestion es una remedial.
Estimados representantes… las actividades
remediales son también llamadas “de superación pedagógica”, pues buscan
que el estudiante supere aquellas dificultades que en un primer momento no
logro soslayar. Es decir, fueron concebidas como una EVENTUALIDAD. Pero, cuando
evidenciamos la proliferación de remediales, estamos ante un caso de uso y
abuso de una norma.
La vida no tiene remediales.