Las TIC son de gran utilidad en nuestras vidas,
hecho que comprobamos día tras día en
nuestra vida cotidiana. Sin embargo, los que laboramos impartiendo educación vemos con preocupación como el uso
intensivo de estas TICs ha venido
decantando en su abuso y mal - uso.
La forma mas común de evidenciar el abuso y mal -
uso de estas tecnologías se manifiesta
cuando los estudiantes hacen trabajos
bibliográficos que se convierten en un COPIA-CORTA-PEGA y los trabajos que
presentan son Frankenstein literarios; y sorprende que algunos representantes de estos estudiantes, en lugar de agradecer que les informen con evidencias que sus hijos(as) son partícipes de esta práctica, para trabajar mancomunadamente en erradicar la misma, tratan de desmentir lo reportado ("ese trabajo mi representado y yo lo hicimos juntos") o se molestan con el docente pues el plagio resultó en una calificación significativamente reducida, a pesar de estar consciente de que no hubo un esfuerzo por parte del estudiante.
Ahora vemos las siguientes variantes del abuso y el
mal - uso, razón de este escrito en la cual busco el apoyo de los
representantes a fin de minimizar sus efectos negativos.
Hemos evidenciado que en algunos grados han creado
grupos en los cuales alguien hace la tarea y la postea o cuelga para que los
demás se la copien.
También hemos
tenido conocimiento de grupos de estudiantes en los cuales atacan a
ciertos compañeros de clase , en lo que se denomina cyber-acoso.
Ahora también los padres, madres y representantes
se han incorporado al uso de esta moderna herramienta; la última modalidad es
la creación de grupos en aplicaciones como Whatsapp de representantes de un
mismo salón, en los cuales se emiten opiniones
acerca del docente de sus representados. Este proceder es poco ético y
por demás injusto, porque la persona que es blanco de los comentarios no tiene
la oportunidad de defenderse y la única versión de los hechos es la de una persona que emite sus
comentarios con la seguridad de que no serán constatados, así que poco le
importará ponerle sazón a sus comentarios con exageraciones y tergiversaciones.
Creo que Uds entenderían mejor si se dan cuenta que
esta situación es similar al acoso (bullying)
que se hace sobre un(a) estudiante de quien se dicen cosas que pueden ser
verdades parciales o falsedades, de quienes se crea una imagen falsa, incluso
en la mente de los compañeros que los apreciaban.
¿Alguno(a) de los representantes aceptaría que a
los suyos se les tratara de esa manera?
¿Qué docente va a soportar eso? La profesión docente se ha transformado en
algo poco atractivo dentro del campo laboral y si a eso se somete a los
docentes al fusilamiento telemático ¿quién educará a sus representados?
Deben saber que el cuerpo docente, los directivos y
propietarios del Instituto Andrés Bello ven esta práctica como una actividad
deleznable y la rechazan de la manera más categórica, más aún cuando la
Institución y el Estado ponen a disposición de los Representantes medios y mecanismos para plantear los reclamos
que tengan a bien hacer, de forma abierta y directa, y hacemos un llamado a los
representantes que no participan en esta práctica a no sumarse a estos grupos,
y mantener en alto el capital moral de la comunidad bellista.
Saludos cordiales
Dr. Pedro Arocha Rodulfo - Subdirector Administrativo